domingo, 10 de julio de 2016

¡Basta de alabar a los malos!


A pesar de las múltiples campañas de gobiernos, los éxitos obtenidos por nuestros compatriotas en el exterior y algunos cambios de nuestra situación interna, la imagen del colombiano en varias partes del mundo continua siendo pésima. El país ha cambiado, algunos dicen que estamos peor mientras otros afirman lo contrario, pero más allá de nuestra percepción el estereotipo de narcotraficantes, drogadictos y violentos sigue siendo el karma de millones de colombianos en el exterior, ¿POR QUÉ?

No somos un país perfecto, los colombianos de bien hemos tenido que soportar tiempos muy violentos por conflictos armados con grupos terroristas y guerras entre carteles del narcotráfico, a lo anterior sumemos gobiernos corruptos y la pobreza que afecta a la mayoría de los habitantes, incluso hoy en día seguimos sufriendo todo esto pero en una proporción menor comparándolo con la década de los 80 y 90. Ahora cuando intentamos superar nuestros problemas lastimosamente esto no se destaca en el mundo, y eso querido compatriota en parte es culpa de nosotros mismos.

La sociedad colombiana en momentos es complicada de entender, por una parte estamos deseosos de que en el mundo se nos reconozca por lo positivo como puede ser el café o nuestra biodiversidad, pero cuando se trata de defendernos contra ofensas de un extranjero somos los primeros en recordar a los sicarios y las bombas de Pablo Escobar, personaje nefasto de la historia colombiana. Los alemanes en su mayoría consideran una vergüenza su pasado Nazi, incluso existen leyes en aquel país que castiga a una persona por negar la existencia del holocausto, mientras tanto, el colombiano promedio en determinadas situaciones se enorgullece de lo que tanto daño ha causado a miles de familias e incluso a uno mismo, creando memes o lanzando amenazas de muerte a cualquiera que hable mal del país. Es verdad que tenemos libertad de expresión, tampoco voy a pedir que encarcelen a todos aquellos que consideran héroes a guerrilleros, sicarios y narcotraficantes, pero ya es hora que estos personajes aprendan lo equivocados que se encuentran con este tipo de manifestaciones.

Si el colombiano común y corriente no ayuda a destruir el estereotipo que nos persigue, los productores nacionales de televisión tampoco colaboran con la causa. Al sintonizar los canales privados de Colombia en las noches solo podemos observar programas con los siguientes temas de fondo: drogas, sicariato y prostitución. ¿No es momento de pedir otro tipo de contenido en TV? ¡Basta de resaltar la vida de narcotraficantes y delincuentes! La cultura colombiana es rica e interesante para crear buenos productos, debemos mostrar contenido educativo y ejemplar a las próximas generaciones, solo así pienso que podremos superar un poco nuestra tortuosa realidad.

Internet y televisión son dos poderosas herramientas de información en el mundo actual por el simple hecho de que la mayoría los habitantes del planeta tienen acceso a ellos, además de esto recordemos la manipulación e ignorancia que pueden brindar a las personas. Si seriados y novelas solo muestran grandes capos del narcotráfico y mujeres fáciles cuando se trata de dinero es difícil que no se nos relacione con esto. Y si a lo anterior agregamos los descerebrados que insultan y amenazan a diestra y siniestra a cualquier persona que tenga una opinión negativa del país, podemos confirmar que nuestra imagen siempre será pésima ante los ojos del mundo.

¿Cómo solucionamos este problema? La respuesta es muy sencilla: EDUCACIÓN. El detestable pensamiento de “quiero ser como Pablo Escobar” acabara cuando se enseñen y resalten valores como el respeto y la responsabilidad tanto en casa como en los centros educativos, así espero se cambie esa maldita costumbre de enorgullecernos de lo malo y que los niños comiencen a imitar a personajes valiosos como Rodolfo Llinas, pero es importante recordar que esta tarea es de todos los colombianos y colombianas que quieren lo mejor para su país.

LARGA VIDA Y PROSPERIDAD.

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