sábado, 9 de enero de 2016

Recreacionista por un día

Imagen tomada de: imagenesdeninos.com

El tiempo libre normalmente es utilizado para el ocio y el descanso, pero en un determinado momento esto se convierte en un tiempo aburrido, por eso se inventaron los trabajos temporales, una invención cuyo objetivo es ganar dinero haciendo que pase el tiempo deprisa para retornar a tus actividades diarias. Como puede leer en el título de esta publicación el autor de este blog no ha sido ajeno a esta situación, y hoy les contare mi experiencia como recreacionista, un trabajo no tan sencillo como parece, si de verdad crees que es solo cuidar de niños no puedes estar más que equivocado.

Primero que todo dejemos claro que un recreacionista no es una nana o niñera, es un personaje que debe divertir a los niños, así que el cuidar a los niños no es su trabajo sino el de recrear, pero ¿cómo? Con canciones, rondas y juegos de nuestra infancia es un muy buen inicio pero antes de todo eso debe sobresalir una virtud muy importante y es el feeling con los niños, en mi caso un gran obstáculo, romper el hielo no es fácil y menos con niños, además tus opciones son menores cuando eres un tempano de hielo con los infantes, pero no malinterprete mis palabras, tampoco soy un grinch andante que odia los niños, es solo que tratarlos hoy en día es tan complicado por la falta de respeto y valores de algunos que hace de mi persona un polo opuesto a su mundo, entonces yo no me les acercaba y no me importaba que se me acercaran.

Ahora analicemos a los clientes: los niños. Como siempre encontraremos buenos y malos, en mi experiencia tuve la oportunidad de compartir con niños respetuosos y amables, pero también conoces algunos que simplemente les hablas y te ignoran, un problema cuando necesitas romper el hielo que mencionamos antes y que decir de los niños maleducados con las niñas, no es nada agradable aquella situación. Es justo mencionar que las niñas son las mejores para interactuar y recrear, son más respetuosas y hasta divertidas que los mismos niños, mientras las chicas juegan y charlan tranquilamente por el lado de los chicos es común observar competencia, grosería y altanería, tampoco estamos hablando de pequeños anticristos, los niños en su afán de ser los mejores pueden ser un poco rudos pero eso pasa desapercibido cuando te aceptan en su “clan” en donde normalmente los deportes al aire libre son lo preferido.

Este trabajo implica estar dispuestos a volver a la infancia, ya saben a lo que me refiero solo felicidad y diversión, pero aunque todo lo anterior suene bonito observas que entre los mismos compañeros no necesariamente es color de rosa la historia. Al ser nuevo en aquel momento no tuve problemas con ninguno de los otros recreacionistas, sin embargo si pude notar roces por egos y hasta por subidas de tono. Debo admitir que entre los más experimentados se puede ver una buena convivencia, lastimosamente cuando eres nuevo el trato es casi nulo hasta el punto de dejarte solo y ni siquiera darte algún consejo.

A pesar de las cosas buenas y malas que rodean este trabajo, puedo decir que mi primera experiencia fue buena, seria falso decir que ha sido lo mejor que me ha pasado en la vida como también decir lo contrario. En parte fue enriquecedora e incluso llegue a comprender un poco a las personas que se dedican a recrear a la gente, no es fácil agradarle a los niños, por eso concluyo que para recrear a la gente debes sentirlo y prácticamente ser un niño, algo que no es para todos. Al principio me costó mucho trabajo adaptarme a ese rol, pero al final del día pude darme cuenta que no es tan complicado cuando te esfuerzas.

Aquel día practique fútbol y basquetball con los chicos, y hasta realice manualidades con algunas chicas, nada mal para el primer día, al final me divertí y creo que termine realizando un buen trabajo. La experiencia de ser recreacionista por un día fue tan buena que me convenció de no volver a vivirla, y no por los niños sino por ese detalle que mencione al principio, para recrear se debe tener ese feeling por esto, algo que pienso nunca tuve de niño y menos ahora de adulto.

Para despedirme quiero decir que después de todo lo vivido los recreacionistas se han ganado mis respetos y admiración por realizar este trabajo, y enhorabuena a los que aman hacerlo porque por mi parte no los entiendo.

LARGA VIDA Y PROSPERIDAD

No hay comentarios:

Publicar un comentario