La
muerte de una persona común y corriente puede pasar desapercibida en el mundo,
provocando un profundo sentimiento de dolor solo en sus familiares y amigos.
Diferente es cuando una persona famosa ya sea por su aporte a la humanidad o
por su polémica vida muere, entonces es cuando vemos homenajes en TV, mensajes
de seguidores en las redes sociales, películas sobre la vida del personaje,
canciones, etc. Citando algunos ejemplos la muerte de Steve Jobs a quien no le falto homenajes y mensajes de sus fanáticos
en toda la internet, hasta mensajes de los que no saben que es un ‘IPod’, otro
ejemplo puede ser el deceso de Amy
Winehouse una mujer con gran talento que murió por culpa del exceso de
alcohol, a la norteamericana siempre la recordaran sus fans y los amantes de la
música; MTV, disqueras y artistas la homenajearon todo este año. Pareciera que
el dicho de “No hay muerto malo”
fuera verdadero.
Nos equivocamos al pensar que: “No hay muerto malo”. En un mundo que no olvida las acciones de
hombres que solo le hicieron daño a la humanidad con su pensamiento y conducta
reprobable podemos afirmar todo lo contrario. La muerte del dictador Muamar el Gadafi en Libia, el deceso
del terrorista Osama Bin Laden y el
aniquilamiento del guerrillero Alfonso
Cano en Colombia son ejemplos de muertos que siempre serán recordados por
su maldad y el caos que infundieron en sus países.