Todas las personas tenemos en este país y en otros (algunos
no) el derecho a condenar las injusticias que se comenten en este mundo,
lastimosamente la corrupción y la mala administración son los causantes de
nuestra inconformidad y exhibir nuestro disgusto por medio de la protesta.
No es una mentira decir que en este mundo existe la
injusticia y la desigualdad, que no se hace
absolutamente nada para evitarlo por parte de los gobiernos, que existe
corrupción entre éstos, nada de lo anterior es una mentira y lo malo es que
tenemos conocimiento de todo esto; y peor aun cuando somos nosotros los
afectados es evidente la ira, el descontento, la infelicidad que nos puede
consumir por dentro y que algunas veces puede estallar. La sociedad debe
aprender a controlar los pensamientos cuando creemos que no hay
esperanza, muchas personas no lo hacen y piensan que por la fuerza es que toca
imponer las ideas por eso terminan en movimientos subversivos cuando lo que
deberían es de forma civilizada y sobre todo pacifica mostrar sus ideas.